HABLAR, HABLAR










No todas las palabras convienen a todas las bocas. No te apresures en el decir, aunque la frase que tienes preparada para el momento, o que te viene a la memoria, haya sido dicha con anterioridad por la persona más ilustre o más sabia del mundo.
La oportunidad es siempre del momento, las frases y pensamientos no son eternos (nada lo es), ningún momento es igual a otro, y al carácter que ejerces en cada situación le puede traicionar el espíritu de lo que dices, si eso que dices proviene de otro arquetipo.
Es mucho más fácil que te tomen por sabio si callas que si hablas demasiado.


Del libro de Abu Francesc, Gozar la realidad. Manual de instrucciones.

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